Para Berríos, de 25 años, es una meta a largo plazo impactar a los jóvenes con aspiraciones a jugar en el mejor béisbol del mundo a que se involucren en actividades benéficas una vez se conviertan estrellas del deporte.
“Como siempre he dicho, somos bendecidos para bendecir. Tenemos la oportunidad de ayudar a los niños y sus familiares y es algo que a mí me llena. Para eso trabajo, además de mi familia. Es un gran paso para nosotros como seres humanos. Ellos (Mario y Steven) están pronto a participar del draft del próximo año. Es para que ellos vayan conociendo, de enseñarles y ser ejemplo para ellos. Para mí es una meta actual y para toda la vida (motivarlos) a ser mejores seres humanos en el futuro”, indicó Berríos.
Berríos, quien es candidato al Guante de Oro de la Liga Americana por primera vez en su carrera, terminó la campaña pasada con una recaudación $25,960.87 para la Fundación CAP como parte del programa “La MaKina Strikeout Challenge”, que consistía en un depósito de $50 por cada ponche que lograra el bayamonés durante la campaña.
Berríos logró 195 abanicados este año para un total de $9,750. Además, los Twins de Minnesota agregaron $5,000 para apoyar la causa. Otras donaciones llegaron a través de fanáticos vía la página web BerriosBaseball.com.
Berríos no descarta continuar con el reto benéfico para la temporada de 2020.
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Fuente: El Nuevo Día / 26 de octubre 2019