Buscan Acelerar el Crecimiento de Arrecifes de Coral con Impresiones en 3D

Con la intención de desarrollar zonas de protección y restaurar el hábitat marino, la Sociedad de Ambiente Marino (SAM) y Engine-4 unieron sus capacidades y recursos para acelerar el crecimiento de arrecifes de coral en las costas de Puerto Rico con el uso de tecnología de impresión en tercera dimensión (3D).

La evolución de estos ecosistemas, que por naturaleza es un proceso lento que conlleva varios años, se podría reducir a un período de 10 a 12 meses con corales artificiales, de materiales biodegradables, cuyas impresiones tardan un mínimo de seis a ocho horas hasta completarse, dependiendo de su tamaño.

El proceso se realiza en el laboratorio de red 5G y NB-IoT de Engine-4 y T-Mobile, en Bayamón, donde diariamente se imprimen entre 13 y 14 piezas. La meta, sin embargo, es aumentar la producción a 100 corales artificiales al día.

“Algunos (corales) se hacen por algoritmo matemático (diseñado a computadora) y otros son réplicas (de corales vivos)”, indicó el cofundador de Engine-4, Luis Torres Pérez, durante una visita de El Nuevo Día a las instalaciones.

Explicó que buscan crear un ambiente de protección en las costas, a la vez que se regenera e incrementa la producción de recursos pesqueros en la isla. “(Los arrecifes de coral) nos protegen de los huracanes, tsunamis y este tipo de situaciones basadas en lo que está pasando el calentamiento global”, destacó.

Por su parte, Samuel Suleimán, fundador y director de la SAM, subrayó que la efectividad de este proyecto será posible en la medida en que se combine el recurso artificial con la biología marina existente.

“El objetivo principal del proyecto es restaurar la estructura tridimensional de los arrecifes de coral que fueron gravemente dañados por los huracanes Irma y María. Estamos empleando un enfoque de restauración multimétodo, que combina el trasplante de colonias de coral artificial, creadas con la emergente tecnología de impresión en 3D, con ramificaciones compuestas de multiespecies de corales naturales”, precisó el biólogo marino.

Actualmente, Engine-4 imprime solo dos especies de corales en 3D: Acropora palmata, conocido como el coral cuerno de alce, y Acropora cervicornis.

Las impresiones comenzaron hace cuatro meses y ya hay decenas de corales instalados en Punta Maguey y Punta Tampico, en la isla municipio de Culebra. El área fue escogida por la SAM por tratarse de un entorno “controlado” para realizar la experimentación.

Torres Pérez afirmó que la composición de corales artificiales es, en esencia, similar a la estructura de uno natural. Las diferencias, resaltó, radican en que su diseño tiene la capacidad de soportar la fuerza con la que le impacten las corrientes marinas y las altas temperaturas del mar. Este último es uno de los mayores efectos del cambio climático en los arrecifes de coral, debido a que provoca su blanqueamiento y posterior muerte.

“El material es biodegradable. Muchos de estos filamentos son a base de glucosa de caña, glucosa de maíz, alga marina, resina médica dental, arena y bicarbonato de calcio. El material es un material que se desintegra sin afectar la vida marina o el ambiente”, apuntó.

Añadió que el tiempo que le toma a la pieza artificial para biodegradarse es suficiente para que el coral natural se adhiera y tome el espacio del material impreso.

Ciencia probada con miras de crecimiento

Pese a que se trata de una ciencia “cara”, Torres Pérez aseguró que el proyecto está proyectado a continuar, al menos, por tres años adicionales por el impacto que puede representar su ejecución en beneficio de la naturaleza y porque agencias federales, incluso, están atentas a su evolución para emular esta ciencia en otros espacios.

El costo de impresiones de corales por día representa, aproximadamente, entre $2,000 y $2,500, según el experto en tecnología e informática.

“Es caro, no te estoy diciendo que sea barato, porque obviamente para poder hacer un tipo de producto como estos no puedes usar cualquier printer, son printers industriales. Pero esa parte como que la luchamos día a día para que se dé, y nos ponemos a pensar en qué pasaría si no lo hacemos”, manifestó.

La Administración Nacional Oceánica y Atmo

sférica (NOAA, en inglés) y la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, en inglés) son dos de varias entidades federales e internacionales que respaldan el proyecto y también colaboran con los biólogos marinos de la SAM en la evaluación del progreso de esta ciencia.

La meta del proyecto es generar más de un millón de arrecifes de coral vivos, mediante el uso de impresiones 3D, entre la llamada “Isla grande”, Culebra y Vieques.

No obstante, para lograr el cometido, Torres Pérez exhortó a la población y otras agencias a interesarse por el proyecto y ayudar a que su desarrollo continúe.

“Lo que hace falta es que nos conozcan más. Que conozcan el proyecto, que vean lo que jóvenes universitarios locales están poniendo en pro de ayudar a esta sociedad, a esta Fundación Marina. Que vean que esos son los héroes, esos biólogos”, puntualizó.

En el proyecto, participan universitarios, jóvenes del grupo NUISX (que maneja las impresoras en 3D), profesores, biólogos marinos y voluntarios de Culebra, así como T-Mobile, Microsoft, el Municipio de Bayamón y el Fideicomiso de Ciencia y Tecnología.

Fuente: elnuevodia.com / 19 de febrero de 2022