En estos momentos de pandemia hemos creado nuevos hábitos en el manejo de los alimentos. Somos más cuidadosos al momento de comprar, desinfectar, guardar y consumir. A pesar de que no hay estudios que indiquen que el COVID-19 se transmita a través de la comida, esta situación nos ha ayudado a crear conciencia sobre el tema de los virus, bacterias y pautas a seguir en la higiene, tanto personal como alimentaria.
Cada día existen más opciones de productos orgánicos. Son fáciles de reconocer porque tienen un sello verde y blanco que lo identifica y garantiza que ha sido aprobado como orgánico (USDA Organic). Es importante señalar que la palabra orgánico se refiere al proceso de producción. Solo garantiza que el producto ha sido creado y elaborado de tal forma que no afecta al medio ambiente, y son alimentos libres de pesticidas y químicos. Esto es distinto a una certificación de calidad o desinfección. Resumiendo: aunque un producto sea orgánico, se debe higienizar a menos que el envase indique lo contrario.
Siempre se ha recomendado desinfectar las frutas y vegetales frescos antes de ser consumidos, ya que pueden estar presente otros virus o bacterias que afectan seriamente nuestra salud. Por ejemplo, algunos vegetales de hojas verdes, como la espinaca o la lechuga, son especialmente vulnerables a contaminación y tener presente la bacteria E. Coli. Antes de la pandemia, no prestábamos mucha atención a este tema. Ahora es obligatorio estar atentos a este tipo de detalle.
¿Debemos higienizar las frutas y vegetales empacados? La respuesta es sí.
Recuerden que estos alimentos, por estar empacados, están menos expuestos y al alcance de muchas personas, pero no significa que estén desinfectados. Por lo tanto, debemos tomar todas las medidas preventivas antes de consumirlos. A pesar de que no son muchos, existen en el mercado empaques que indican “ready to eat”, solo estos te garantizan que no tienes que lavar y purificar porque su proceso de empaque es muy cuidadoso, estricto y garantiza que han desinfectado el alimento correctamente.
Es importante entender bien que los productos que vayan adquiriendo no deben estar en contacto con otros previamente adquiridos antes de que sean desinfectados.
Todos estamos interesados en una higiene más profunda y, de ser posible, menos abrasiva. A continuación, te brindamos algunas alternativas de desinfectantes naturales:
Bicarbonato – En un envase vierte un litro de agua, añade una cucharada de bicarbonato e introduce los alimentos durante una hora. Después retira, enjuaga con agua filtrada y estarán listos para comer.
Vinagre – Desinfecta de forma efectiva, es recomendable menos de media hora, si se deja más del tiempo indicado tiende a dar sabor a los alimentos.
Sal y limón – Si quieres eliminar las bacterias de frutas y verduras, vierte en medio litro de agua una cucharada de sal y el jugo de un limón y lava los alimentos con esta mezcla. Enjuaga con agua filtrada.
Agua oxigenada – Añade una parte de este producto por cada tres de agua y sumerge los alimentos durante 5 minutos. Enjuaga con agua filtrada.
Todos hemos aprendido de esta emergencia mundial. Vamos a seguir manteniendo estas prácticas de higiene de forma permanente en nuestro diario vivir. Así nos protegemos de cualquier virus o bacteria. ¡Vamos a hacerlo por nuestra salud, por la de todos! ¡Cuídate!
(La autora es chef y propietaria de Criolite, Corp.)
Fuente: Primera Hora / 26 de abril 2020