Cuando tenía 13 años, el bailarín puertorriqueño David Avilés Morales recibió un regalo que le cambió la vida. Envuelto en papel de cumpleaños estaba el VHS de la película “West Side Story” (1961), la adaptación del musical de Broadway, que presenta la historia de amor entre dos jóvenes que pertenecen a pandillas rivales de la ciudad de Nueva York.
Aunque habían pasado 44 años del estreno de esta cinta que le mereció un Oscar a la actriz puertorriqueña Rita Moreno, para Avilés Morales era un descubrimiento. Sorprendido con el regalo que le dio su madre, Olga Morales Marrero, el joven fue al televisor y le dio “play” al videocasete.
Criado en el residencial Villas de Monterrey, en Bayamón, Avilés Morales sintió fascinación por el baile desde que era un niño. Aunque su madre no tenía los recursos para ponerlo en una academia, a los 12 años su talento le valió una beca para estudiar en Pure Sound Studio, dirigida por el coreógrafo Ricky Castrillón. Allí tuvo que participar en todas las disciplinas del baile, incluyendo ballet. Aunque este estilo le causaba curiosidad, se negaba a que le gustara por el tabú, “por ser de donde soy”. “No podía decirles a mis panas que era bailarín de ballet porque sabía que me la iban a montar”, recuerda.
Hasta que apareció “West Side Story”. “Fue mi primera experiencia en ver un musical y me identifiqué demasiado por mi background porque de donde vengo el ballet no era una cosa que se hacía. Pero al ver a esta ganga boricua en la película que en vez de tirar puños lo que daban eran brincos, como en el ballet, pues eso me cambió la perspectiva porque iba más acorde con mi realidad. Ahí fue que dije, ‘eso es lo que quiero hacer’”, comparte.
Lo que jamás imaginó Avilés Morales -quien formó parte de Ballet Concierto de Puerto Rico y quien vivió en la ciudad de Los Ángeles por tres años, donde logró varios proyectos- era que 15 años después de haber visto la película que le cambió la vida, él estaría formando parte del elenco de la nueva versión de “West Side Story”, dirigida por Steven Spielberg. La misma está pautada para estrenar el 18 de diciembre de este año. Lo dice y todavía le cuesta creerlo.
La gran oportunidad
Esta oportunidad, revela, hubiese sido imposible sin su madre, quien fue la que lo llamó a la ciudad de Miami, donde está radicado con su esposa Gina Santos y su hija Gennavid, para decirle que tenía que volar a Puerto Rico y participar de las audiciones de la película. Avilés Morales no estaba seguro, primero, porque no tenía el dinero para el pasaje, y segundo, porque llevaba tres años sin bailar, pues se había dedicado de lleno a la crianza de su hija para que su esposa, que también es bailarina, formará parte de la gira musical de Luis Fonsi.
“Recuerdo que no tenía el dinero y mi mamá me dijo que no me preocupara que en dos días ese dinero aparecía y apareció. Ella me compró el pasaje y así fue que llegué a Puerto Ricoy pasé la primera audición. De ahí me invitan a la audición de Miami hasta que soy escogido para viajar a Nueva York, donde tuve la audición con Steven Spielberg. Ahí me sinceré con él, le conté de dónde vengo y lo que significaba ‘West Side Story’ para mí y cómo me encarriló. Fui yo en todo momento y aunque soy bailarín, no actor ni cantante, le dije que lo iba a intentar. Semanas después, mientras estaba trabajando en un almacén en Miami, me llamó la directora del casting, Cindy Tolan, y me dijo, ‘lo primero que vas a hacer cuando enganches es llamar a tu mamá para decirle que vas a devolverle el dinero que te prestó porque fuiste escogido’”, cuenta con emoción.
En la película, Avilés Morales interpretará a “Aníbal”, uno de los miembros de la ganga boricua “Sharks”. Aunque no tiene ninguna línea en la cinta, el bailarín tuvo la oportunidad de participar de coreografías importantes, entre ellas la del tema “America”, que siempre ha sido su favorita. “Después de eso, dije ‘ya puedo retirarme’”, dice entre risas.
También logró una escena de acción en la que recibió direcciones de Spielberg. “Estando allí pensaba ‘tantos actores soñando con un momento como este y yo que quise ser bailarín, lo tuve’. La verdad es que el que haya podido ser uno de varios boricuas que formó parte de esta película, es algo que me llena de orgullo”, agrega el joven de 28 años, quien estuvo en el grupo de puertorriqueños que convocó el libretista Tony Kushner para que ofrecieran opiniones y sugerencias sobre el guión de la película.
Avilés Morales destaca como otra experiencia memorable haber sido dirigido por el bailarín y coreógrafo Justin Peck, quien actualmente es el coreógrafo residente del New York City Ballet. “Todavía me acuesto y pienso que todo eso fue un sueño”.
Para el bailarín, quien actualmente forma parte del grupo de baile del coreógrafo puertorriqueño Danny Lugo, esta experiencia no solo le ha abierto las puertas a nuevos proyectos -formará parte de la nueva gira musical de la cantante estadounidense Ally Brooke-, sino que también le ha servido para inspirar a otros jóvenes como él.
“Creo que siempre hay una ventana de luz. No todo lo que nos rodea es lo que nos identifica y debemos decidir qué nos hará más fuera y echar pa’ lante. Esto ha sido posible con sacrificio, disciplina y mucho esfuerzo no solo mío, sino de toda mi familia, en especial, de mi madre, que quizás necesitando a un médico o a un abogado, apostaron a mí y mi sueño”, manifiesta con Avilés Morales con agradecimiento.
Fuente: elnuevodia.com / 20 de febrero de 2020