De Bayamón a “West Side Story”: el Bailarín David Avilés Cuenta sus Vivencias en el Filme de Spielberg

El baile ha cambiado la vida de David Avilés Morales una y otra vez desde que nació hace 30 años en Bayamón -en el residencial Villas de Monterrey en Rexville- hasta ahora, cuando hace apenas unos días se vio por primera vez en la pantalla grande de un cine como “Aníbal”, uno de los miembros de la ganga de los Sharks en la nueva adaptación cinematográfica del musical “West Side Story”, bajo la dirección del legendario cineasta Steven Spielberg.

La ley de la atracción se cumplió a cabalidad para este joven bailarín, quien asegura que la experiencia de formar parte de este filme amplió su panorama sobre lo que quiere hacer de ahora en adelante como artista.

David tenía 13 años cuando tuvo su primera experiencia con el baile junto al coreógrafo Ricardo Castrillón, en cuya academia fue becado por un año debido a su habilidad y empeño.

“En ese momento ni mi familia ni yo teníamos los medios para pagarme unas clases. Esa beca fue el único vehículo para poder comenzar a aprender y entrenarme”, recuerda Avilés Morales al conversar con El Nuevo Día.

El bailarín puertorriqueño David Avilés Morales, a la izquierda, en una de las escenas del filme.
El bailarín puertorriqueño David Avilés Morales, a la izquierda, en una de las escenas del filme. (Suministrada)

Luego de esa experiencia con la vertiente del jazz se interesa por el ballet clásico y entra al Conservatorio de Ballet Concierto bajo la tutela de Carlos Cabrera y Lolita San Miguel.

“Me llamó la atencion que en el ballet el bailarín era la figura central, era quien la gente iba a ver como van a los conciertos a ver al cantante,y me despojé de mis prejuicios, porque la gente de caserío no sale bailando ballet”, expresa entre risas.

Sin embargo, durante esos primeros pasos, hubo algo que lo marcó. “A los 14 años me regalaron para Navidad el VHS de ‘West Side Story’ y aquello me voló la cabeza. Me llamó mucho la atención ver como en aquella película las gangas peleaban bailando ballet. Pero luego, cuando me enteré que en la película no participaron boricuas, con la excepción de Rita Moreno, me decepcioné, y pensé que sería bueno alguna vez formar parte de ese musical.

Y la oportunidad le llegó de manera insospechada. Cuenta David, que como a tantos boricuas el paso del huracán María impactó su vida. En ese momento se encontraba en la isla fungiendo como papá a tiempo completo de su hija Gennavie, producto de su relación con la también bailarina Gina Santos, quien estaba de gira con Luis Fonsi.

“No podía quedarme solo con la niña en la isla, así que me mudo a Miami y dejo de bailar. Hasta que un día mi madre me llama para decirme que Steven Spielberg iba para San Juan a audicionar para ‘West Side Story’, que viajara para participar, y yo le respondo que no podía hacerlo, que llevaba tiempo sin entrenar y que no tenía dinero para el pasaje. ‘Ya te compré el pasaje’ me contestó”.

La historia de cómo David pasó por el proceso de “callback” en el que grupo de aspirantes se iba reduciendo de 100 bailarines a 50, a 14, hasta obtener un espacio en la cinta da como para otra película, pero ahí llegó, a estar frente a Spielberg convertido en un Shark y con todo el deseo de que la esencia boricua sí se dejara sentir en esta ocasión.

Cindy Tolan, la casting director de la película, me vio en la audición en San Juan y de ahí me cita a la de Miami y luego a la de Nueva York. En aquella primera audición había que bailar, actuar y cantar y yo no había tenido entrenamiento en canto ni actuación, pero ‘West Side Story’ era mi sueño y yo iba a dar mi cien por ciento”.

En Nueva York le tocó el momento de audicionar solo para Spielberg y de conversar con él.

“Le dije: ‘yo no sé cuantos actores se preparan toda la vida para un momento como este de conocerlo y yo siendo bailarín estoy aquí. Pero yo soy puertorriqueño y soy fanático a morir de ‘West Side Story’ y yo quiero estar en esta película aunque sea barriendo en una esquina’. Le dejé saber de dónde vengo y cómo el baile me dio el capital para salir del residencial y darle una mejor vida a mi familia”.

Pasaron dos meses y David no supo más nada del proyecto. Hasta que llegó la llamada.

“Recuerdo que Cindy me dijo: ‘Dale las gracias a tu mamá por haberte comprado aquel pasaje y dile que se lo vas a poder pagar”.

Contribuyó a una proyección más fiel del ser puertorriqueño

Una vez dentro de la filmación que se extendió por ocho meses, David percibió el interés de Spielberg y del guionista Tony Kushner por proyectar una imagen más fiel de la cultura puertorriqueña, de la realidad del boricua que llegaba al Nueva York de los años 50 para enfrentarse a un mundo ajeno y, sobre todo, al racismo.

Cuenta que un día llegó a ensayar con una camiseta que llevaba la monoestrellada con el triángulo azul celeste, lo que despertó curiosidad, dado a que las banderas puertorriqueñas que se estaban colocando en el set tenían el azul oscuro.

“Yo no soy Albizu Campos, pero cuando me preguntaron por la diferencia de color, expliqué lo que sabía sobre la historia de la bandera, y las banderas del set cambiaron. Rita Moreno, como productora ejecutiva de la película fue muy importante en todo ese proceso de buscar ser fieles”.

“Cuando leí en el guion que se iba a cantar el himno de Puerto Rico y que era la versión original me dio tremenda emoción”.

David pasó a formar parte de un comité que Kushner formó con otros integrantes boricuas del elenco, quienes le ofrecían información sobre costumbres, y sobre todo del acento y la jerga boricua.

Steven Spielberg junto a los intérpretes de los "Sharks" durante el rodaje de "West Side Story".
Steven Spielberg junto a los intérpretes de los “Sharks” durante el rodaje de “West Side Story”. (Suministrada)

De bailarín a actor

Como parte de su preparación para el fime, David tuvo que tomar clases de boxeo y adiestrarse en técnicas para realizar “stunts”. Una de sus escenas requirió subirse a un camion en marcha para lanzar unos melones a los transeúntes y en la preparación de la pelea final aparece armado con un tubo y una bandera de Puerto Rico como capa.

“Esas escenas me dieron una oportunidad única porque como bailarín mi director era Justin Peck, quien es el coreógrafo del New York City Ballet, pero para las escenas de ‘stunt’, mi director fue Spielberg”.

¿Cómo fue la experiencia de compartir con Spielberg?

“Recuerdo una de las conversaciones que tuvo con nosotros que fue sobre cuán impotante es para él la meditación. Es una persona súper humana, súper entregado a su trabajo. Uno pensaría que no sería así por su experiencia. También nos contó sobre cómo la música de ‘West Side Story’ lo transportaba a su niñez porque sus papás escuchaban el disco del musical en su casa. Nos compartió que su motivación para hacer la película era algo muy personal porque quería denunciar el tema del racismo en los Estados Unidos y que a la vez se estaba retando porque era el primer musical de su carrera. Que sabía que lo quería hacer, pero que fue el discurso racista de Trump como presidente lo que lo hizo tomar la decisión de que era el momento de hacerla. Pero el estreno de la película se atrasó por la pandemia”.

¿Cómo te sentiste cuando te viste en la pantalla grande?

“Ha sido una experiencia de loco. De la version de Steven se puede esperar todo lo espectacular. En cuestion de imágenes todas las escenas parecen pinturas. Mis trabajos anteriores fueron para televisión, para Disney Channel y HBO Films. Cuando me vi en la pantalla grande a la verdad que es otro espectro. Ahora estoy trabajando para estar ahí otra vez. Esto me ha dado un nuevo norte, una transición. Me quiero seguir presentando como actor, cantante y bailarín. Se me quitó esa idea de que yo no era eso. Se me entrenó, se me dedicó tiempo y se me explicó que cuando uno quiere hacer algo no hay manera de que no te salga. Spielberg me dijo cómo hacer una escena y yo lo hice y eso me cambió. Ahí ves que el arte es inspirar. Ahora yo quiero inspirar a otros a que hay que hacer lo que uno ama y eso te paga de vuelta”.

Más sobre David Avilés Morales

-En su resumé tiene haber participado en las cintas “Teen Beach Movie” 1 y 2 que Disney filmó en Puerto Rico, así como en el “reality” “Mira quién baila” de Univision, donde fue pareja de baile de María Eliza Camargo y Marjorie De Souza. Además participó en la cinta “Behind The Candellabra”, protagonizada por Michael Douglas y Matt Damon, bajo la dirección de Steven Soderbergh.

-Junto a su compañera Gina Santos participó en el video del éxito musical “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee.

-Ha integrado los cuerpos de baile de Luis Fonsi, Farruko, Daddy Yankee y Zion & Lennox.

-Actualmente se desempeña como coreógrafo de la competencia“Así se baila” de Telemundo.

-Recientemente bailó y actuó en el video del tema “Volví”, de Bad Bunny y Aventura.

-Reconoce en sus colegas puertorriqueños Aníbal Marrero y Danny Lugo a dos mentores importantes en su carrera.

Fuente: El Nuevo Día / 2 de diciembre 2021