“Hay varias opciones para reforzar la columna corta, pero es algo que se puede hacer en poco tiempo, no es tan complejo”, sostuvo el ingeniero estructural Gabriel González.
La alternativa
El aumento en la actividad sísmica que comenzó a reportarse a finales de diciembre, y que alcanzó su punto máximo el 7 de enero con un terremoto de magnitud 6.4, provocó que se expusieran las vulnerabilidades de las escuelas públicas del país.
Una de las debilidades en el diseño de los planteles es lo que se conoce como “columna corta”, que sucede cuando se construyen paredes de bloques pegadas a columnas de soporte, usualmente con una hilera de ventanas arriba, explicó el ingeniero estructural Walter Rosich. La pared de bloque no es un elemento estructural, lo que significa que solo sirve para dividir espacios y no para soportar el techo, y esta impide que la columna se mueva de un lado a otro en caso de un terremoto, lo que provoca que la columna se agriete y pueda colapsar, añadió Rosich.
“La columna corta es una situación de diseño que ocurre muchas veces en estas escuelas construidas en los años 50. Se diseña la columna para soportar una carga, pero en las escuelas se construyeron paredes de bloques a cada lado que le dan rigidez a la columna y puede provocar que se muevan fuera de su ‘plane’ (plano) para el que fue diseñado. Estas paredes hacen que la carga que soporta la columna se amplifique de cuatro a cinco veces”, explicó Rosich.
Dos cortes de dos pulgadas de ancho cada uno, cubiertos con angulares de acero y sellados con resina epoxídica (“epoxy”) fue la opción que escogieron los ingenieros estructurales que inspeccionaron el plantel para reforzar la columna corta. La parte de arriba del corte se sella con una espuma de poliuretano (“foam”) para evitar que entren roedores o que estudiantes lancen objetos, indicó González.
“Con esta separación de dos pulgadas, se está liberando la columna y se evita que la columna reciba una carga mayor que para la que fue diseñada (en caso de un terremoto)”, señaló González.
El Departamento de Educación no ha precisado cuántas, de las 857 escuelas públicas, fueron construidas con “columna corta”. El mes pasado, el Colegio de Ingenieros y Agrimensores señaló que, hace más de una década, se reforzaron unos 500 planteles para corregir ese diseño, pero se desconoce cuántas permanecen abiertas.
“Lo que queremos garantizar es que, en caso de un terremoto, los estudiantes y el personal puedan salir de la escuela. De eso es que se trata, de que la escuela no les caiga encima”, sostuvo Rosich.
González precisó que con este trabajo no se logra que la escuela cumpla con los códigos de construcción vigentes.
“No es un ‘retrofit’, pero es el remedio que pensamos que va a ayudar bastante a fortalecer la estructura”, apuntó González.
Una opción para convertir la escuela en una sismorresistente, señaló Rosich, sería sustituir las paredes de bloque por paredes de hormigón.
Mientras se completa el proyecto, la matrícula de la Ludovico Costoso fue reubicada en el Parque de las Ciencias de Bayamón, señaló la directora escolar.
Cómo reconocer los daños
González señaló que ninguna de las escuelas que inspeccionaron en Bayamón sufrió daños a causa del terremoto. No obstante, tienen problemas debido a que son construcciones antiguas y no han recibido el mantenimiento adecuado.
Los ingenieros reconocieron que estas situaciones pueden generar preocupación entre las comunidades escolares, pero ambos aseguraron que no comprometenla estabilidad de las escuelas.
Por ejemplo, Rosich sostuvo que las grietas en las paredes construidas con bloques no representan un problema estructural, aunque suponen un riesgo de seguridad en caso de que caiga un pedazo de empañetado o el muro colapse repentinamente en un temblor.
Asimismo, explicó que las escaleras se construyen separadas de los edificios para evitar que choquen, lo que se conoce como una junta de expansión. Esas juntas se cubren con placas de metal o con hormigón, y han identificado escuelas en las cuales estas cubiertas han caído, pero Rosich destacó que no está en riesgo la integridad de la escalera.
Lo mismo sucede en los edificios que se construyen uno al lado del otro pero independientes, para formar una “L”. El empañetado del área donde se unen puede caer sin que signifique que la estructura está comprometida, indicó Rosich.
El piso se agrieta por varias razones, por la humedad, por cambios en temperatura, eso es un placa que tiene como cuatro pulgadas de relleno para el ‘leveling’ (nivelar). Si tiene muchas grietas, esa placa de cemento se puede sacar completa y se cambia, la columna no tiene nada que ver con eso porque la columna tiene su propia fundación (zapata)”, explicó González.
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Fuente: endi.com