En Bayamón la Primera Escuela de Quiropráctica en la Isla

Los estudiantes interesados en completar un doctorado en quiropráctica ya no tendrán que abandonar la Isla para realizar sus estudios en alguna universidad acreditada en Estados Unidos, Canadá o Europa. Y es que a partir de agosto de este año tendrán la opción de obtener su grado doctoral en la Escuela de Quiropráctica de la Universidad Central del Caribe (UCC) en Bayamón.

“Ahora van a tener la oportunidad de hacer la carrera que añoran aquí en Puerto Rico sin necesidad de dejar a su familia y sin la necesidad de aumentar gastos relacionados con hospedajes, vuelos, etcétera”, expresó a EL VOCERO la presidenta de la UCC, Waleska Crespo Rivera.

La ejecutiva explicó que establecer la Escuela de Quiropráctica representa innovación y también es una forma de atender las necesidades de la comunidad.

“En Puerto Rico hay aproximadamente 233 quiroprácticos por licencia que tenemos activamente. Sabemos que ante la epidemia de uso de opioides para el manejo del dolor, la quiropráctica es una de las alternativas para manejar el dolor sin la necesidad de utilizar medicamentos”, indicó.

Afirmó que la quiropráctica es la medicina alternativa más utilizada en Estados Unidos. Esta ayuda a los pacientes a manejar su estado de salud de una forma integral, ya que no tan solo atiende la parte del posicionamiento, sino también combina orientación y estilos de vida saludables.

Además, mencionó que la quiropráctica es una profesión que se centra en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la columna vertebral, el sistema musculoesqueletal y de los efectos de estos en el sistema nervioso y en la salud general.

Detalló que el tratamiento consiste primordialmente de manipulaciones o ajustes quiroprácticos para corregir problemas mecánicos de las articulaciones y mejorar el funcionamiento del sistema nervioso. También se incorporan ejercicios de rehabilitación, educación al paciente y modificación del estilo de vida.

Alternativa para retener talentos

“Nosotros realizamos un análisis de mercado e identificamos que el área de la quiropráctica era un área de interés de muchas personas en Puerto Rico y como no lo tenían disponible en Puerto Rico, los que lo tenían como una posibilidad,pues se tenían que trasladar a los Estados Unidos. Mientras que los que no tenían los recursos económicos, tenían que buscar otra alternativa y cambiar de carrera”, sostuvo.

Crespo Rivera especificó que el programa académico conducente a obtener el título de doctor en quiropráctica de la UCC combina una sólida base en ciencias y destrezas clínicas, junto con una inmersión en el campo de la quiropráctica basada en la evidencia. El grado doctoral, según dijo, tiene una duración de cinco años.

Entre los requisitos generales para ingresar al programa está completar la solicitud de admisión no más tarde del 1 de mayo, haber obtenido un bachillerato que como mínimo incluya ocho créditos en biología, física, química general o inorgánica y química orgánica.

También seis créditos en matemáticas y español, 12 créditos en inglés y en ciencias de la conducta en una o varias de las siguientes áreas: sociología, psicología, antropología, economía y ciencias políticas.

Además, los interesados deben tener un promedio mínimo de 3.00 en el índice general y 3.00 en cada uno de los cursos requeridos en ciencias, transcripción oficial de crédito, dos cartas de recomendación, una carta de presentación personal, cuota de solicitud de admisión y certificado de antecedentes penales, entre otros.

“La UCC ofrece una educación integrada que lleva a desarrollar al estudiante en el área de investigación, la parte educativa y la parte de servicio de comunidad. Nosotros entendemos que en la medida que nosotros sensibilizamos nuestros estudiantes a las necesidades de la comunidad va a ser más fácil que esos profesionales de la salud se queden a servir en Puerto Rico. Además de que creamos el sentido de responsabilidad social”, dijo Crespo Rivera.

Mencionó que de esta manera la institución educativa también ayuda a detener el éxodo masivo de estudiantes y profesionales a los Estados Unidos u otras partes del mundo.

“Sabemos que es bien bajo el número de profesionales que luego que se mudan a Estados Unidos a prepararse en sus profesiones regresa a la Isla. Así que parte de nuestra responsabilidad es lograr que parte de esos profesionales se puedan quedar aquí y puedan ayudar a contribuir a manejar el estado de salud de nuestra población”, concluyó.

Fuente: El Vocero / 13 de abril de 2018

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