Gilberto Bauzó: un Proyecto de Vida

Gilberto Bauzó Reyes es un empleado retirado de la banca, aficionado al baile, entrenador físico, emprendedor, empresario y bisabuelo. Y, ahora, a ese perfil le sumará criador de gallinas.

Luego de fundar una empresa y dejarla en manos de uno de sus hijos, cuando apenas tenía 47 años, Gilberto entrenaba en un gimnasio e identificó la necesidad de ofrecerles servicio de entrenamiento físico a los adultos mayores. Entonces, se certificó en una modalidad que permite adaptar los ejercicios para que los puedan realizar de forma segura personas mayores o con algún tipo de problemas de movilidad o condición de salud.

Desarrolló el Sistema Viva, que “está diseñado para personas que no tienen la capacidad de hacer ejercicios de alta intensidad” y que se distingue porque enseña a las personas a ejercitarse de pie o desde una silla.

Comenzó a entrenar personas de manera individual, “pero lo que yo quería hacer era trabajar con grupos”, indica Gilberto, quien ha certificado personal de hospitales de salud mental y centros de actividades para personas mayores. Asimismo, ha ofrecido sus servicios en égidas, farmacéuticas y entidades que dan servicios a personas ciegas, entre otros tantos. Actualmente, ofrece sus servivios al Municipio de Bayamón y con la aseguradora MMM, y hace unas semanas comenzó a dar una clase virtual de su sistema en la Universidad Ana G. Méndez.

A través del tiempo, ha aprendido y crecido a través del contacto con las miles de personas que ha ayudado a tener más calidad de vida desde que inició su empresa.

Indicó que ha aprendido “que Dios tiene un motivo que va más allá del dinero”. “La satisfacción que siento con mis grupos no tiene precio. He aprendido que no importa la condición de vida que tenga una persona siempre hay una alternativa de hacer actividad física. Mi mensaje es que al tiempo nada lo detiene y que tenemos que visualizar cómo queremos estar en 10 o 20 años. Es importante llegar a viejos siendo independientes y autosuficientes” y los ejercicios ayudan a que así sea, afirma Gilberto, de 61 años.

Precisamente, por eso, es importante que las personas de mayor edad se mantengan haciendo actividad física, aun cuando estén todo o la mayor parte del tiempo en su casa como prevención de contagio con el COVID-19.

“Este es el momento en que más ejercicios tienen que hacer porque tienen que tener su sistema inmunológico fortalecido. Deben tomar mucha agua, usar ropa y calzado adecuado y organizar su casa para que no se vayan a tropezar con ningún objeto para evitar accidentes”, aconseja Gilberto, para luego indicar que tiene rutinas completas en su canal en YouTube que las personas pueden buscar. Destaca que si las personas buscan vídeos de otros entrenadores o disciplinas, como puede ser yoga, “tienen que verlos completos antes de hacer nada para ver si lo pueden realizar. Si representan un tipo de riesgo, la respuesta es: ‘No lo haga’”.

Nuevos proyectos

Hace años ya, su plan de vida se apalancó en la casa a la que se mudó y en la que acogió a su madre para cuidarla, luego del fallecimiento de su padre. Remodeló la propiedad y, en la piscina, ofrece sesiones individuales de ejercicios acuáticos que son terapéuticos para personas mayores o con diversas condiciones de salud. Actualmente y hasta final de julio, está ofreciendo clases de acuaeróbicos gratuitos para personas de 60 años o más en grupos pequeños para que mantengan una distancia adecuada.

Además, “cuando visualicé la estructura, me di cuenta de que puedo hacer un centro de cuido diurno para adultos mayores” y está en el proceso de permisos y de cumplimiento con los requisitos del Departamento de la Familia.

Entre los proyectos que trabaja, también está la publicación de un segundo libro en el que compartirá más ejercicios y consejos para que los mayores se mantengan activos.

Asimismo, en una nueva línea de trabajo con la cual ampliará la “comunidad” de mascotas que tiene en su casa, recibirá 30 gallinas ponedoras para tener “huevos orgánicos”, y está preparando un área en su terreno para instalar equipo especializado en cultivo hidropónico con el objetivo de producir diversas variedades de lechuga, entre otros productos.

Con un núcleo familiar compuesto por dos hijos, una hija, dos nietas y una biznieta, Gilberto admite que, además de su trabajo, “mi pasión es el baile, aunque con la pandemia no he podido volver a salir”.

Sobre su trayectoria, el empresario señala que “Dios me ha puesto en un lugar privilegiado”, y revela que hoy probablemente sentirá nostalgia por su padre, a quien describe como “espectacular”, aunque está agradecido de haberlo visto llegar a 85 años.

Editado. Fuente: El Nuevo Día – 22 de junio 2020

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