Joven Universitario Triunfa en la Industria de Alfombras

Christian Paonessa alcanza un 90% de crecimiento en el segundo año de operaciones de Custom Carpets.

A sus 16 años, Christian Paonessa se lanzó a la calle a vender alfombras de entrada para comercios puertorriqueños. Ahora, a sus 22 años, Paonessa es el exitoso empresario detrás de Custom Carpets Distributors, una de las compañías de distribución de alfombras más grandes de la Isla, mientras cursa un bachillerato en la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

“Todos mis amigos me decían que era una locura montar mi propio negocio tan joven. Me advertían que tenía que esperar para ser un empresario, que primero tenía que irme a estudiar en la universidad, después trabajar en un negocio por varios años y entonces podía empezar a pensar en crear una empresa. Pero yo les contestaba: ¿Por qué esperar? Quería demostrarles a todos que sí se puede ser un empresario joven”, afirmó Paonessa.

El joven universitario explicó que su pasión por las alfombras se remonta a su niñez, cuando visitaba el almacén de su abuelo, quien tenía un negocio de distribución de alfombras japonesas. “Yo crecí entre las alfombras. De chiquito, jugaba entre las alfombras del negocio de mi abuelo, aprendí todo sobre ellas y, según iba creciendo, ayudaba a mi familia en lo que podía con el negocio”, recordó.

Inspirado por la tradición empresarial de su familia, a los 16 años decidió comenzar a trabajar por cuenta propia, vendiendo alfombras de entrada a comercios puertorriqueños, las cuales se diseñaban con los logos de sus clientes. Dos años más tarde, comenzó a cursar su bachillerato en desarrollo empresarial en el recinto Metro de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

A sus 20 años, con el capital generado por las ventas de las alfombras de entrada, Paonessa decidió fundar su compañía Custom Carpets en agosto de 2016. Con el apoyo de su padrino, Carlos Marichal, quien es vicepresidente de Latinoamérica y el Caribe en la compañía internacional de alfombras Mohawk Industries, Paonessa pudo expandir sus servicios para incluir la venta e instalación de alfombras comerciales, residenciales y para botes.

Contó que su compañía comenzó a crecer a paso firme en su segundo año de operaciones, hasta que recibió el embate del huracán María en septiembre de 2017. Custom Carpets cuenta con un salón de exhibición en Novo Stilo, en la avenida Roosevelt; y su centro de distribución de alfombras —que es el más grande de Puerto Rico en esta categoría— está en Bayamón.

Oportunidades a partir del huracán María

“El huracán nos provocó daños severos en nuestro almacén en Bayamón. El agua que entró dañó gran parte de nuestro inventario de alfombras y la falta de servicio eléctrico nos mantuvo cerrados por más de un mes”, señaló Paonessa.

A pesar de sufrir los estragos causados por el huracán, el empresario movilizó rápidamente a su equipo para atender las necesidades del mercado de la Isla en reconstrucción. Ante la ausencia de los servicios de telecomunicaciones, visitaron en carro los municipios alrededor de la Isla, para dejar flyers y ofrecer sus servicios, y aprovechó la ocasión para hablar directamente con los comerciantes. Además, Paonessa decidió ofrecer tanto estimados como instalación gratis a sus clientes; y se convirtió en la única compañía de alfombras en Puerto Rico que ofrece estos beneficios.

“Una vez se restablecieron las comunicaciones, empezamos a recibir grandes cantidades de pedidos de clientes que necesitaban reemplazar sus alfombras urgentemente para poder reabrir. Las primeras que nos llamaron fueron las iglesias, que perdieron las alfombras de los altares. Hemos atendido a más de 40 iglesias, así como oficinas, residencias, comercios, botes y hoteles”, indicó.

Crecimiento de doble dígito en dos años

La estrategia rindió frutos, ya que Custom Carpets cerró su segundo año de operaciones con un aumento de 90% en sus ventas, posicionándose entre las primeras cinco compañías de distribución de alfombras más grandes de Puerto Rico. Además, la empresa se convirtió en distribuidor exclusivo en el Caribe de la prestigiosa línea de alfombras modulares Modulyss, de Bélgica. “Esto fortalece nuestra oferta de productos y nos permite dirigirnos a clientes con proyectos más grandes”, indicó.

Como parte de su rutina diaria, el empresario trabaja en las operaciones de su negocio por el día, y dedica sus noches y fines de semana a tomar cursos en línea o clases nocturnas en la universidad.

“No es fácil balancear los estudios universitarios con un negocio propio. Requiere de mucho esfuerzo, dedicación y sacrificios. Tienes que sacrificar tu tiempo para compartir con la familia, para descansar y muchas salidas con los amigos. Pero si es tu pasión, definitivamente vale la pena”, destacó Paonessa, quien espera graduarse de bachillerato en mayo de 2019.

Fuente: El Vocero / 22 de diciembre de 2018

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