Luis Daniel Cuascut tiene los pies en la cancha, pero con los audífonos puestos y la mirada fija en la pantalla de su celular participa de una de sus clases virtuales por medio de la plataforma Zoom. Posiblemente sea su curso de Auditoría o quizás un día clave en la clase de Gerencia y Operaciones, todas parte del currículo en su bachillerato y Cuascut no puede perderse ni un minuto.
El novato de 22 años divide su tiempo en la burbuja entre completar sus estudios universitarios en Contabilidad y encontrar su rol dentro de la rotación de los Vaqueros.
Estudiante de quinto año de la universidad de Puerto Rico en Bayamón, Cuascut de 6’7’’ de estatura, fue la primera selección de los Vaqueros en el Sorteo de Nuevo ingreso 2020 en lo que pudiera considerarse un robo. El alero/delantero pasó desapercibido por varios equipos hasta ser elegido en la segunda ronda por Bayamón.
Según Cuascut, la gerencia de Bayamón ha sido muy colaboradora con él durante este proceso validando que su educación es la prioridad.
“Ya varias prácticas he tenido que coger clase por medio de los audífonos porque son prácticas importantes de scouting”, dijo Cuascut durante su día libre del martes. “El dirigente lo ha entendido bastante bien. Cada vez que tengo alguna clase o práctica se lo dejo saber y él me dice que los estudios son primero y me ha ayudado bastante en ese proceso”.
Sin embargo, el reto de estudiar dentro de la burbuja del BSN no ha sido lo más retante durante este proceso de educación a distancia para Cuascut. Hace unos meses, el jugador natural del Residencial Manuel A. Pérez de San Juan, tuvo mayores vicisitudes durante su primera experiencia profesional en Nicaragua, con el club Unan de León a la vez que tomaba sus cursos virtualmente.
“El proceso más difícil fue en Nicaragua. La primera semana no fui a clase porque el internet era un poquito malo. Fue difícil porque muchos profesores pedían diferentes cosas, diferentes materiales, yo no estaba en mi casa a veces no tenía las facilidades de encontrarlos. Antes de empezar los cursos yo le comente a los profesores por la travesía que iba a pasar, muchos de ellos me apoyaron y me ayudaron”, explicó el destacado jugador de la Liga Atlética Interuniversitaria [LAI], a quien todavía le resta un año de elegibilidad en el básquet colegial.
Por otra parte, Cuascut expresó que esa misma oportunidad en la liga nicaragüense es la responsable de su nueva confianza. Y es que Cuascut en efecto se nota más seguro de sí mismo, exprime cada minuto de oportunidad que recibe en Bayamón y por su entendimiento del juego, da destellos de lo que pudiera ser de aquí a par de años.
“Es lo mejor que me ha pasado porque mi confianza se ha elevado”, aseguró el joven jugador. “Aquí [en Bayamón] me han dado los minutos y me han dado la confianza, y la he aprovechado. Gracias a eso, a que me siento en confianza. Desde que fui a Nicaragua mi juego ha cambiado y lo noté al llegar aquí. Las primeras prácticas me sentí libre, tiraba con confianza, cosas que no podía hacer antes y entrando al juego me sentí bien, no sentí ningún temor ni miedo que me sacaran. Yo simplemente iba a jugar”.
Otros jugadores en la burbuja como Alexis Negrón, también de Bayamón y Wilmer Lugo, de los Mets de Guaynabo estudian a distancia mientras se encuentran en la burbuja.
Hace algunos días Cuascut llegó con solo 20 minutos de anticipación al partido de los Vaqueros porque estaba tomando un examen. Todo tiene sentido, porque por ahora, Luis Daniel Cuascut es un estudiante-atleta. Y no al revés.
Fuente: Vaquerosahi.com / 24 de noviembre 2020