Si alguien conoce el significado de la palabra “resiliencia” es Manuel Cruzado, químico y dueño del restaurante Mozza Pizzería Moderna en el centro comercial Plaza Alta en Bayamón, quien volvió a reinventarse durante la pandemia y montó una torrefacción de café.
“Tuve que cerrar el salón comedor por las restricciones del COVID-19, y me preguntaba ¿cómo voy a generar ingresos? Desde que abrí mi primer restaurante he tenido máquinas de café espresso, soy un apasionado del café, me encanta, y siempre había querido vender algunos productos con una marca propia”, narró el empresario, sobre cómo surgió la idea de la torrefacción.
Cruzado invirtió parte de sus ahorros en la compra de dos máquinas tostadoras, material de empaque, y contactó a beneficiadores que le suplen granos de café cosechado 100% en Puerto Rico. “El café es de Adjuntas, Lares, San Lorenzo, Mayagüez. Busco abastos de distintos beneficiadores, según la disponibilidad. Es un café especial, de la variedad arábica y tueste medio”.
La inversión rondó los $50,000, casi todo en maquinaria. Una de las tostadoras se fabricó en Holanda y tiene capacidad para tostar 20 libras en ocho minutos; mientras la otra máquina es más pequeña, se manufacturó en China y tuesta tres libras cada ocho minutos.
“Estoy enfocado en promocionar mi marca Pasiones Coffee con la edición Abuelo Domingo, en honor a mi abuelo. Que la gente sepa que Pasiones Coffee es café 100% hecho en Puerto Rico”, expresó. Pasiones se consigue en bolsas de 12 onzas y de cinco libras, tanto en grano como molido. Los clientes pueden comprarlo en el restaurante Mozza u ordenarlo a través de la página www.pasionescoffee.com.
“En el empaque se indica la fecha del tueste para que el cliente sepa cuan fresco es”, agregó.
Mozza mantiene su menú de pizzas artesanales –al estilo Detroit de masa gruesa y al estilo New York- y los calzones, ya sea para llevar o con servicio de entrega a través de Uva y Door Dash.
Cuestionado si planifica regresar al menú original, que incluía platos con selectos cortes de carne premium, como wagyu y otros, Cruzado respondió en la afirmativa. “Tan pronto se elimine la restricción de los seis pies, podremos abrir el salón comedor. Mi salón es angosto y es difícil cumplir con esa restricción. Y volveríamos a integrar el programa de carnes y aperitivos que gozaban de tanta acogida antes de la pandemia”, manifestó.
Cruzado laboró en la Central Aguirre de la Autoridad Eléctrica hasta el año 2009 cuando fue cesanteado por la Ley 7. Tras esa experiencia, decidió emprender su propio negocio en el 2011, y optó por montar una pizzería: Piazza New York Creative Pizzeria en Guaynabo. Y es que, previo a quedar sin empleo, él solía confeccionar pizzas a domicilio en su tiempo libre, con productos y salsas frescas elaboradas al momento.
De su primera experiencia empresarial han pasado 10 años, un periodo que ha estado lleno de altibajos. En ese tiempo abrió otro negocio en Guaynabo, el deli Tuscany Panettería. Tras ser exitoso en el comienzo, lo cerró en años recientes porque el tráfico se limitaba a los fines de semana. En el 2015 inauguró Mozza, dos años después llegó el huracán María, y en el 2020 la pandemia. Cruzado no se arrepiente del paso que dio de convertirse en empresario y asegura que, pese a los retos, continúa firme para hacer crecer a Mozza y ahora al nuevo café Pasiones.
Fuente: El Nuevo Día / 7 de abril 2021