Con miras a la planificación de eventos masivos de vacunación contra el COVID-19, el Departamento de Salud y el Municipio de Bayamón realizaron este domingo miles de pruebas de antígeno a los residentes del ayuntamiento y pueblos limítrofes, prestando particular atención a la logística y el uso de la tecnología.
La epidemióloga Fabiola Cruz, directora del Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC) del Departamento de Salud, enfatizó en que los eventos de pruebas para detectar el virus ofrecerán un mapa de “lo que vamos a tener que ajustar para las vacunaciones masivas y cómo vamos a poder mejorar la eficiencia de esos procesos”.
A diferencia de ocasiones pasadas, el Sistema utilizó ayer un formato de registro en línea al que se tenía acceso al escanear un código de respuesta rápida (QR Code, en inglés), que facilitó el registro de 4,000 personas de forma previa. Al cierre de esta edición, se habían procesado 6,706 pruebas con 181 casos positivos.
“En otros eventos se hacía a papel y luego entonces al final se tenía que entrar a la tableta. Hacerlo en la tableta desde el principio nos ahorra muchísimo trabajo, ya tenemos los casos en tiempo real”, explicó Cruz. Eso permite, además, que desde el bioportal de Salud la persona reciba en su correo electrónico o por mensaje de texto el resultado de su prueba.
De cara a la vacunación masiva contra el SARS-CoV-2, la sepa de coronavirus que causa el COVID-19, la epidemióloga sostuvo que este tipo de registro en el que la información de la persona permanece guardada facilitaría particularmente el seguimiento para la segunda dosis de vacuna, que en el caso de la de Pfizer debe aplicarse 21 días después de la primera.
Aunque una kilométrica fila de vehículos esperaba su turno, en los predios del Coliseo Rubén Rodríguez se instalaron 20 estaciones con el equipo de enfermería y epidemiología necesarios para administrar las pruebas de manera simultánea y maximizar el tiempo.
“La información que se recoge sale a las áreas de prueba y a su vez pasa al interior del Coliseo, donde tenemos un equipo de trabajo que son los que están contactando a las personas que están dando positivo”, explicó Carlos Santiago, director médico de Salud de Bayamón.
En el evento estuvo presente el alcalde del municipio de Bayamón, quien se mantenía atento a la operación.
“En la última etapa (de vacunación), que es la población general, uno de los lugares que se va a utilizar, es este mismo centro, con una configuración distinta”, explicó el alcalde, al adelantar detalles de conversaciones con el ayudante general de la guardia Nacional, José Reyes. El Municipio también se prepara para la vacunación de unos 1,080 residentes encamados, de acuerdo con su registro.
La epidemióloga se mostró esperanzada y confiada en que la llegada de la vacuna contra SARS-CoV-2, que se proyecta esté en la isla no más tarde de mañana, marque el inicio de un fin de la pandemia. Cruz indicó que las proyecciones son alcanzar un 60% de vacunación de la población en el verano de 2021, para lograr lo que se conoce como inmunidad de rebaño”.
“La vacuna es una de las herramientas más poderosas que tiene la salud pública, yo lo veo como un rayo de esperanza, es un logro bien grande que ha hecho la humanidad. […] La vacuna es segura, la bola está en la cancha de nosotros ahora, nos toca utilizar esa herramienta que la ciencia ha provisto y estoy sumamente feliz y esperanzada de que esta vacuna pueda comenzar lo que es el fin de esta pandemia”, subrayó.
En espera de la vacuna: “Me la voy a poner”
Al preguntarle a algunas de las personas que asistieron a realizarse la prueba, si se pondrían la vacuna contra el COVID-19, la mayoría respondió que sí.
“Yo me la quiero poner, me la voy a poner, porque si esto va a seguir y ese es el método que tenemos para combatirla (la pandemia), me la pongo”, afirmó Luz Jiménez, de 61 años.
En la misma dirección reaccionó Yanira Díaz, de 46 años. “Estoy esperando que llegue (la vacuna). Hay que hacerlo (vacunarse), porque se trata de la vida de nosotros”, apuntó.
Por su parte, Ana Quiñones, de 67 años, dijo tener todavía algunas dudas sobre si estaba dispuesta o no a sr vacunada. “No estoy muy segura, porque no quiero usada como conejillo de india. Quiero ver cuáles son los efectos, concretamente”, expresó.
Para Richard Soriano, de 60 años, la vacunación es una oportunidad de salvar vidas y la vía para regresar a una normalidad. “Esto ha sido demasiado de riesgoso, muchas muertes, y esa es la forma más segura de nosotros poder continuar hacia delante, ponernos la vacuna”, manifestó.
La epidemióloga Cruz aseguró que los efectos secundarios de la vacuna “son mínimos” en un porcentaje menor de los vacunados, como dolor de cabeza y fiebre, “nada como los efectos secundarios o los efectos directos que podríamos ver de una infección por COVID que, definitivamente, nos vamos a la ruleta en unos porcentajes mayores de que podamos complicarnos y lleguemos a una enfermedad más severa”, manifestó.
Editado. Fuente: El Nuevo Día