Después de brindar ayuda a los más necesitados tras el paso del huracán María, Mónica Puig quiso en esta ocasión abrazar y repartir sonrisas a la niñez de Puerto Rico.
La tenista puertorriqueña compartió con una decena de niños y niñas provenientes de San Sebastián, San Juan, Guaynabo, Juncos y Bayamón en unas clínicas de tenis celebradas ayer en el Centro de Tenis Honda, del municipio vaquero.
Ataviada con ropa deportiva y raqueta en mano, Puig voleó par de bolas e impartió sus amplios conocimientos con los participantes, cuyas edades fluctuaban entre los 6 y 14 años, ante la atenta mirada de un nutrido grupo de personas que se acercaron hasta las inmediaciones deportivas para conocer a la nueva heroína sin capa.
En otras palabras, durante par de horas, la flamante medallista de oro olímpica sirvió de bálsamo ante la complicada situación por la que atraviesa el país a más de cuarenta días del azote del poderoso ciclón.
“El tenis es una manera que yo tengo para escapar del mundo de afuera y de todos los problemas, y divertirme”, expresó Puig a preguntas de el periódico previo a la actividad.
“Es un deporte que desde pequeña me ha encantado y espero que hoy sea algo para que los niños puedan escaparse de lo que está pasando ahora en la Isla y que se diviertan también”, agregó durante un conversatorio con varios medios del país.
Como si fuera una niña más, Puig gozó de lo lindo mientras los pequeños participantes, divididos en tres canchas, lucían concentrados para pegarle a la pelota que la joven de 24 años les devolvía.
“A mí siempre me gusta compartir con la juventud de Puerto Rico, darles un buen ejemplo y pasar un buen rato con ellos”, comentó la boricua, quien después del evento firmó varias bolas y se tomó fotos con los presentes.
En los últimos años, Puig, quien estuvo acompañada por su madre, Astrid Marchán, y varios primos, siempre ha dicho presente para compartir con la niñez del país, ya sea visitando hospitales o impartiendo clínicas.
Hace una semana, repartió insulina en el San Jorge Children’s Hospital, de Santurce, así como estufas portátiles, gas propano y linternas solares a los damnificados del pueblo de Loíza, entre ellos un sinnúmero de niños y niñas, y comentó que fue una de las experiencias más gratificantes de su vida.
“Fue increíble la cantidad de gente que había y necesitaba cosas”, dijo. “Pero lo más que me impactó fue ver tanta gente con sonrisas y viniendo a abrazarme y decirme “‘gracias’”.
“Había mucha gente llorando y poder ayudar al que lo necesitaba, estar ahí por ellos, fue lo más grande para mí. Yo amo a la gente de Puerto Rico y voy a tratar de seguir luchando por ellos hasta que se acabe el mundo. Yo soy puertorriqueña cien por ciento y yo muero por mi país”, afirmó.
Puig, quien continuará recaudando fondos a través de su página de YouCaring para seguir trayendo suministros, estará hasta el viernes en la Isla antes de iniciar su entrenamiento de cara la temporada 2018 del circuito profesional de la Asociación de Tenis Femenino (WTA).
Fotos: (primera hora/tonito.zayas)
Editado, fuente: (noticia)el Voceropr