El Departamento de Educación (DE) está interesado en expandir su colaboración con la entidad sin fines de lucro Puerto Rico Education Foundation (PREF) y su proyecto piloto Camino hacia la META, que apunta a ser una respuesta efectiva para cambiar la tendencia de resultados negativos en las pruebas META que viene sufriendo Puerto Rico por los pasados años.
Camino hacia la META comenzó en 2018, precisamente en respuesta a preocupaciones de los maestros ante el pobre rendimiento académico. Además de la mejoría en resultados, también ha logrado una positiva respuesta entre maestros, directores escolares, estudiantes y progenitores, y la actual secretaria de Educación avala que se expanda su aplicación.
PREF estableció un acuerdo de colaboración con el DE para apoyar en los esfuerzos de descentralización del sistema, explicó su directora ejecutiva Enid Reyes. Sus iniciativas buscaban ayudar a los superintendentes que pasaban a dirigir las nuevas siete regiones educativas, pero carecían de la experiencia de estar al frente de un distrito escolar.
“Y de una de esas reuniones es que sale Camino hacia la META, porque ellos querían mejorar el rendimiento académico”, comentó Reyes, aludiendo a la relación de trabajo con la región educativa de Bayamón, donde nació y se desarrolla este proyecto piloto.
Para su primera fase se eligieron siete escuelas de la región educativa de Bayamón, localizadas en áreas urbanas y rurales, explicó Euvelisse Jusino, quien está a cargo de la dirección e implementación del proyecto.
“Empezamos con educación primaria, 3er grado español, porque es el primer nivel donde hay pruebas META, y por tanto evidencia y datos. No estaban logrando la comprensión de lectura y eso es algo que influye en su aprendizaje en niveles superiores. Y se eligió el 5to grado en matemática, porque se veía el fenómeno de que, aunque empezamos con buena carrera en los primeros grados, de 4to a 6to grado empieza a bajar y no se recupera”, sostuvo Jusino.
La superintendente de la región educativa de Bayamón, Yanira Raíces, explicó que expresaron a PREF la preocupación del rezago que había en esas dos materias “en todos los niveles”.
“PREF ayudó a hacer un análisis de proyección sobre esas escuelas, cómo habían estado y cómo se podría achicar ese ‘gap’ con una intervención. Y también, voy a ser honesta, miré el liderazgo de mis directores. Era un proyecto que no venía de nivel central, sino que era una iniciativa de la región.
Así que consideré que el liderazgo de los directores era importante”, explicó Raíces.
Resaltó que el compromiso de todos los maestros y directores fue esencial para poder reajustarse al momento que se cancelaron las clases presenciales por la pandemia.
“Habíamos diseñado el programa de manera presencial, y no sabíamos qué hacer, pero sí que teníamos que seguir. Y fue increíble como el equipo, en menos de una semana y media, ya nos habíamos preparado para ajustarnos a ese cambio”, relató. “Fue una experiencia, más que gratificante, de mucha evolución personal. Era más fácil cancelarlo todo, pero no, se decidió continuar”.
En total impactaron a unos 700 estudiantes con la participación de 55 maestros. En español hubo una mejoría de +17 puntos, y en matemática de +5 puntos. “Fue una tarea titánica. Pero desde el primer momento todos estaban motivados y se hizo de inmediato. Y gracias a esa experiencia pudimos entrar al segundo piloto, porque ya teníamos una guía para seguir”, agregó.
Para la segunda fase, se integraron otras 20 escuelas a las siete que ya participaban, abarcando siete municipios de la región. En esta ocasión, se abrió una convocatoria para que se inscribieran las escuelas interesadas. Ahora el alcance es de unos 2,000 estudiantes y 120 maestros.
Quizás una de las personas que mejor pueda dar fe del impacto del programa es Natalia Echevarría, directora de la escuela Herminia Rivera Fernández, del barrio La Morenita, en la zona rural de Bayamón.
“Mi escuela era la última de las siete en términos de tabla, y eso porque no había un octavo. Llevaba 11 años en plan de mejoramiento, no pasaba las pruebas, el score era de 3%. La habíamos logrado subir a un 11%, y por eso es que se nos acercan”, recordó. “Pero inicialmente no quería que estuviera, porque era la séptima, y para mí iba a ser más difícil llegar a las metas. Lo sentía como una carga más. No queríamos quedar mal, pero era más estresante”.
Sin embargo, la superintendente la convenció, y la escuela terminó siendo una de las participantes. Y la apuesta rindió frutos, pues subieron a la tercera posición, y “se pudo ver ese ascenso a pesar de los retos”.
Aunque no hubo pruebas META en 2020, el proyecto realizó una prueba similar, recreando las condiciones bajo las que se llevan a cabo las pruebas, de manera que pudieran medir el progreso de los estudiantes.
“Se logró la participación de los estudiantes, que estuvieron conectados con nosotros. Pudimos demostrar que ese 40% o más, mejoró”, afirmó Raíces con orgullo.
Entretanto, el proyecto continúa sacando provecho del trabajo conjunto con los maestros para identificar las estrategias más exitosas y ofrecer las herramientas disponibles para laborar en estos tiempos de pandemia que exigen educación a distancia. De acuerdo con una encuesta que llevaron a cabo al final del año, los propios maestros participantes dieron una puntuación de 9 de un máximo de 10 a la pregunta de si recomendarían este programa para otros maestros.
La secretaria de Educación, Elba Aponte, se unió a los elogios al programa y lo catalogó como “un gran apoyo para impactar a los estudiantes en la necesidad que hay en la parte académica”.
“Es un proyecto experimental, pero nos presenta la data. Para mí es importante ver resultados y ver el progreso. Tiene el potencial, es un modelo de atención, que brinda asistencia con diferentes herramientas, sean tecnológicas, con consultores, dando apoyo a maestros, a estudiantes, a la comunidad”, sostuvo la secretaria.
Editado. Fuente: Primer Hora