Si en lugar de pelotero Javier Báez hubiese elegido ganarse la vida como boxeador, sin duda sería uno de los grandes favoritos de la afición puertorriqueña. Tiene el talento, carisma, guapería, espectacularidad y la pegada que ha caracterizado a muchos de nuestros grandes boxeadores como Gómez, Tito, Benítez, Cotto, Camacho y Chapo.
Iría más lejos, a medida que observo cómo se desarrolla su carrera noto más correspondencias entre el bayamonés y ese grupo de boxeadores que con otros peloteros puertorriqueños.
De alguna manera, Báez juega a la pelota con mentalidad de boxeador: siempre en modo de ataque, siempre agresivo, siempre esperando que el oponente baje la guardia para asestar el golpe decisivo. Con un swing grande te noquea y la saca del parque, o lo mismo abanica y cae a la lona… pero se levanta y sigue adelante.
Y los paralelismos no se limitan al desparpajo y picardía con los que juega la pelota, sino también a su proyección fuera del terreno. Por ejemplo, antes de que Báez posara desnudo para el “Body Issue” de la revista ESPN este año, Héctor “Macho” Camacho había hecho lo propio para Playgirl en el año 1985.
Todo esto viene a cuento por las cualidades únicas del jugador de los Cachorros de Chicago, que le hacen un talento inclasificable, pero fácil de admirar.
El partido del viernes ante los Azulejos fue la demostración más reciente. En la parte baja de la octava entrada y luego que Toronto se acercara 5-4 en el marcador, Javy salió a ‘noquear’ y pegó un jonrón de dos carreras, su número 20 de la campaña (primera vez que alcanza esa cifra en su carrera), que amplió la ventaja de los campeones, 7-4. Luego, en la parte alta de la novena, salió a proteger la ventaja y realizó una espectacular jugada en el siore en lineazo bateado por José Bautista que generó velocidad de 106 millas por hora. Todo ocurrió en unos 10 minutos, tiempo suficiente para que Báez tomara control del partido y desplegara sus mejores combinaciones…
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Por: Noel Algarín Martínez endi.com