Es alrededor de 900 veces más pequeño que el ancho de un cabello humano y de constitución delicada.
No obstante, el virus COVID-19 es altamente contagioso. Tanto que en solo cuatro meses ha infectado a dos millones de personas en 185 países, de acuerdo a uno de los más recientes informes bioestadísticos de la Universidad de Johns Hopkins.
Y aunque a esta altura de su evolución el conocimiento sobre cómo se contagia es limitado, científicos de renombre internacional ya han podido identificar algunas de las maneras en que el novel coronavirus parece y no parece transmitirse.
A continuación, una síntesis de las más relevantes, publicadas por el diario The New York Times:
Si me topo con un enfermo, ¿me enfermaré?
Los expertos están de acuerdo en que aún hay mucho por descubrir, pero es probable que haya cuatro factores en juego: qué tanto te acercas a esa persona, la cantidad de tiempo que estás cerca de él o ella, si proyecta gotas virales sobre ti y cuánto tocas tu rostro.
Además, entre más personas estén en su entorno -una vivienda, oficina, tienda, farmacia o supermercado- mayores son las probabilidades de que se cruce con una infectada, razón por la que muchos salubristas reclaman al público evitar las multitudes y cancelar reuniones grandes y pequeñas.
¿Qué es una gota viral?
Es una gota que contiene partículas virales. Un virus es un pequeño microbio codependiente que se aferra a una célula, la invade, se reproduce y pasa a su siguiente huésped.
Ese es su “estilo de vida”, como destaca Gary Whittaker, profesor de Virología del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell.
Un virus “desnudo” no puede ir a ninguna parte, a menos de que sea transportado por una gota de moco o de saliva, expuso por su parte Kin-on Kwok, profesor de la Escuela de Salud Pública y Cuidados Primarios de la Universidad China.
Estas gotas se expulsan de la boca o la nariz cuando tosemos, estornudamos, reímos, cantamos, respiramos y hablamos. Si no se toparon con algo en el camino, generalmente llegan al piso o la tierra.
Cuando el virus se moviliza en gotas menores a cinco micrómetros -partículas llamadas aerosoles- puede quedar suspendido media hora, según sugieren las investigaciones.
Para tener acceso a tus células, las gotas virales deben entrar por los ojos, la nariz o la boca. Algunos expertos creen que estornudar y toser son las formas principales de transmisión. Kwok dijo que hablar frente a alguien o compartir comida podría plantear riesgos, un dato con el que coincidió Julian Tang, un virólogo y profesor de la Universidad de Leicester en Inglaterra.
“Si percibes el aliento de otra persona y puedes oler lo que almorzó -ajo, cebollas, especias- estás inhalando lo que están exhalando, incluyendo cualquier virus en su aliento”, comentó.
El virus no se queda en el aire en concentraciones suficientemente altas para ser un riesgo a la mayoría de las personas. Pero las técnicas que usan los trabajadores de salud para cuidar de las personas infectadas puede generar altos niveles de aerosoles. Por eso es tan importante que ellos cuenten con el equipo protector adecuado.
¿Qué tan cerca es demasiado cerca?
Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades recomiendan mantener al menos seis pies de distancia con otras personas, para minimizar la posibilidad de infección.
Una forma de calcular esa distancia se logra visualizando más o menos el doble del brazo extendido de una persona promedio.
Ahora bien, la Organización Mundial de la Salud enfatiza que tres pies de proximidad es una distancia particularmente peligrosa si está cerca de una persona que tose o estornuda.
Incluso, otros expertos en salud plantean que en este momento crucial, cuando el mundo todavía lucha por frenar el galopante avance del COVID-19, cualquier distancia es demasiado cerca.
Al eliminar todas las interacciones personales no esenciales, insisten, podemos ayudar a aplanar la curva y mantener la cantidad de personas enfermas en un nivel que sea manejable para los profesionales de salud.
Proximidad: ¿cuánto tiempo es demasiado?
Aún no está claro, pero la mayoría de los expertos están de acuerdo en que más tiempo conlleva más riesgo.
¿Se puede saber si una persona está enferma?
No necesariamente. La fiebre, tos, dolor en el pecho o dificultad para respirar pueden ser señales de que alguien ha sido infectado con este nuevo coronavirus.
Pero cada vez está más claro que las personas sin síntomas también pueden contagiar a otros. En algunos casos, estas personas después pueden sentir suficientes molestias e intentar que les hagan la prueba, aislarse, buscar tratamiento y notificar a sus colegas del riesgo potencial.
En otras instancias, es posible que personas con el virus jamás experimenten molestias físicas que les hagan pensar que pueden ser un peligro para los demás. Por eso, recuerde: todos podemos ser portadores y el virus es altamente contagioso.
¿El COVID puede perdurar en una superficie?
Sí. Después de que se enfermaron varias personas que asistieron a un templo budista en Hong Kong, el Centro para la Protección Sanitaria de esa ciudad recogió muestras del lugar.
Los grifos de los baños y las cubiertas de tela de los textos budistas dieron positivo en las pruebas de coronavirus.
Asimismo, en un estudio reciente se encontró que el COVID-19 puede sobrevivir cuatro horas en el cobre, un día en el cartón y hasta tres días en el plástico y el metal.
Por todo esto, es irrelevante si una superficie se ve limpia o sucia. Si una persona infectada estornudó y una gota aterrizó en una superficie, la persona que después la toque podría recogerla. No está claro cuánto se necesita para infectar a una persona.
De ahí la vital importancia de lavarse las manos, con la mayor frecuencia posible, con agua y jabón por no menos de 20 segundos.
De hecho, los coronavirus son relativamente fáciles de destruir, ya que mediante esta forma de aseo y el uso de un desinfectante en una superficie se puede romper el delicado envoltorio que rodea al pequeño microbio, lo que lo convierte en inofensivo.
Por eso, si te lavas las manos antes de tocarte el rostro, deberías estar bien, pues las gotas virales no atraviesan la piel.
¿Importa la marca o el tipo de jabón?
No, respondieron varios expertos.
Mi vecino tose. ¿Debería preocuparme?
No hay pruebas de que las partículas virales puedan atravesar las paredes o el cristal, dijo Ashish K. Jha, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Harvard.
En cambio, a este científico le preocupaban más los espacios comunes. Por ejemplo, si un vecino infectado estornuda sobre una superficie que luego otra persona toca “esa sería una manera más natural de contraer el virus”, comentó.
¿Puedo contagiarme si beso a alguien?
Besar definitivamente podría ser un motivo de contagio, reconocen varios expertos.
Y aunque los coronavirus generalmente no se transmiten sexualmente, es demasiado pronto para saberlo, señala por su parte la OMS.
¿Es seguro comer donde hay gente enferma?
Si una persona enferma manipula comida o participa de un bufé muy concurrido, entonces no se pueden descartar los riesgos, pero calentar o recalentar la comida debería matar el virus, plantea Whittaker.
“Como regla general, no hemos visto que los alimentos sean un mecanismo de transmisión”, agregó por su parte el director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Harvard.
¿Las mascotas pueden acompañarnos?
Whittaker, quien ha estudiado la propagación de coronavirus en animales y humanos, dijo que no ha visto pruebas de que una persona pueda ser un peligro de contagio para su mascota, por lo que pueden servir de acompañantes durante la cuarentena.
Fuente: La perla de Sur / 15 de abril 2020