El semifondista olímpico llegó a Utuado con suministros recolectados por la comunidad de Orlando.
Callado y sin mucha fanfarria, Andrés Arroyo ha puesto su granito de arena para ayudar en la recuperación de Puerto Rico tras el paso hace tres semanas del huracán María.
El corredor olímpico de 800 metros no tendrá el poder de convocatoria de grandes estrellas del deporte, la música y las bellas artes, pero sí ha puesto todo su empeño, dedicación y trabajo para reunir suministros gracias a la comunidad de Orlando, y esta semana estará viajando a la isla con su segundo avión cargado de suministros. A la iniciativa, llamada SelevantaPuertoRico, se unieron la Fundación Myvoicecounts, el ESJ Azul, Feeding Children Everywhere, International Basketball Training, Dominicci International y el presidente del Senado de Puerto Rico.
Desde que el avión que trajo la ayuda inicial entró al espacio aéreo boricua, el semifondista bayamonés comenzó a ver los destrozos. Ya en tierra la magnitud del desastre lo conmovió.
“Llegando a la isla parecía que Puerto Rico estaba quemado… estaba todo marrón y en ese momento sientes que algo que te está quemando por dentro, te pones triste”, dijo Arroyo. El olímpico relató que luego de cargar uno de los camiones que Thomas Rivera Schatz, presidente del Senado, les consiguió, se dirigieron a Utuado, donde el panorama de postes del tendido eléctrico en el piso, casas y carreteras destruidas y árboles partidos “fue peor de lo que imaginaba”.
“Nosotros fuimos a Utuado y ese día nos tocó una ‘tormentita’. Empezó a llover y las casas se inundaban de lodo. Vimos un carro que se deslizó y quedó contra la pared de una casa, vimos un montón de cosas. En un momento dado el río se empezó a desbordar y tuvimos que irnos porque nos íbamos a quedar atrapados”, añadió. “Pero la gente nos recibió con alegría. La gente nos miraba, nos gritaba ‘llegó la ayuda’. Ellos me decían ‘gracias’. Yo les decía no hay de qué. No me tienen que dar gracias, este es mi deber”.
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Fuente: endi.com