El pasado domingo un canal de televisión habían estado transmitiendo juegos grabados del Baloncesto Superior Nacional (BSN) de la temporada y postemporada del 2019, se dejó de chiquitas y televisó el partido decisivo de la serie final del BSN de la temporada del 1988, entre Canóvanas y Bayamón, jugado en el coliseo Pachín Vicens de Ponce, como cancha neutral. Ya hace 32 años de dicha temporada. Es cierto, uno puede ver a través de YouTube, un sinnúmero de juegos retros del BSN, pero, créanme, por TV se aprecian diferente.
Sin temor a equivocarme, los fanáticos televidentes que vieron este choque, narrado por Ernesto Díaz González y comentado por Paquito Rodríguez y Johnny Flores, tienen que haber gozado de lo lindo.
Bayamón ganó el partido 75-74 y de paso la serie final por 4-3, y con ello el campeonato.
Punto importante que quiero destacar, con esta aportación que hace ese canal de Deportes, es que le permite ver a nuevas generaciones y seguidores del baloncesto, algunas ya retiradas figuras que le dieron gloria al país, fuera con su juego en el BSN o a nivel internacional.
También les permite a esos jóvenes fanáticos comparar épocas, tácticas, estrategias y estilos de juego, en este caso particular, de la década del 80 con el tiempo actual.
Considero que ese juego entre Bayamón y Canóvanas nos mostró la calidad de jugadores como Ángelo Cruz, Ramón Ramos, Rubén Rodríguez y Jerome Mincy, entre otros.
Fue grato recordar lo que era la esencia de un competidor como el exarmador nacional, y de los Indios, Ángelo Cruz. Ángelo era especial. Un dínamo, un líder.
Pero, fue en los llamados momentos de presión, lo que se dice “en el clutch”, en esa particular habilidad y actitud, que más que aprenderse se nace con ella, en la que Ángelo era “un ser de otro mundo”. Su calibre y calidad quedó plasmada siempre en el momento de la verdad, fuera en el BSN o en el ruedo internacional.
Esperemos que nos siga complaciendo.
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Fuente: endi.com/wapa deportes