Más allá de ser amigos y talentosos jugadores del béisbol de las Mayores, Javier Báez y José Berríos están unidos por un lazo familiar. Por si no lo sabían, este par de jóvenes boricuas oriundos de Bayamón son compadres y concuñados — sus esposas Irmarie y Jannieliz Márquez, respectivamente, son hermanas.
El ser familia y vecinos en Puerto Rico les ha permitido pasar más tiempo junto durante la cuarentena causada por el virus Covid-19. Algo que normalmente no están acostumbrados hacer durante esta época del año debido a que José (lanzador) juega para los Twins de Minnesota y Javy (jugador de cuadro) para los Cachorros de Chicago. Sin embargo, han sabido aprovechar el tiempo al máximo, compartiendo juntos y entrenando duro.
Al no tener una idea clara de cuándo regresará la acción de Grandes Ligas, “El Mago” le comentó a uno de sus entrenadores que se le ha hecho difícil entrenar porque no sabe qué tanto necesita hacerlo.
“Se me ha hecho bien difícil, no mantenerme en forma, yo estoy en forma, sino el saber que tengo que entrenar y no saber cuándo es la fecha que me tengo que ir para saber qué tanto necesito entrenar. Se me ha hecho bien difícil, pero en la finca tengo un cage que podemos batear y tirar cuando podamos. Hemos estado de vez en cuando yendo al gimnasio”, le informó el campeón de la Serie Mundial 2016 a Corte4 vía una entrevista por Zoom desde la Isla del Encanto.
No es un secreto que Báez ama el béisbol, tanto así que a sus 16 años de edad se tatuó en su piel el logo de las Mayores, y durante la cuarentena no ha podido mantenerse alejado del terreno de juego. De hecho, lo vimos estrenarse como receptor de Berríos y la realidad es que le fue excelente. No lo decimos nosotros, sino el propio José, quien se atrevió a decir cómodamente que del 1 al 10, le da un ocho a la actuación que tuvo Javy detrás del plato. ¡Sí, leyeron bien, un OCHO!
“Pues la realidad eso ocurrió una vez, pero él [Báez] lo puede hacer todos los días si lo dejan. Tiene habilidad para hacerlo. Pero ocurrió cuando estábamos practicando y me dijo quiero cachearte. Me cacheó dos entradas a mí y otra a otro lanzador. Cacheó tres entradas en total y el hombre lo hizo como si estuviera jugando 2da”, mencionó el abridor de los Twins.
“El Mago” siempre ha querido ser receptor, según le expresó a Corte4. ¡Y no es para menos! Nació y se crio en Puerto Rico, un país que a través de la historia ha dado excelentes receptores.
“Hay que coger la experiencia y uno va mejorando. En realidad yo siempre he querido cachear porque soy bien activo. Y para esa posición tienes que estar activo todo el juego y la jugué toda mi juventud, desde chamaquito siempre jugaba centerfield y cácher. Tenía ese deseo de pararme ahí atrás y obviamente quién mejor que Berríos. Pero cuando estaba cacheando me puse, no nervioso, pero no sabía cuál era el movimiento de las bolas de él, de los picheos. Después del primero pues me solté un poquito, le cogí el truquito. No se me hizo tan difícil”, comentó entre risas.
Javy no recibió ayuda ni consejos de nadie. Su desempeño en la receptoría fue toda de su propia autoría. Dicho y confirmado por su compadre José.
“Lo hizo, llamó los picheos, la secuencia él solo y dimos como siete ponches ese día allí”, abundó el diestro.
Ya saben que Báez es una persona bien competitiva. Todo lo toma muy en serio y trabaja para dar lo mejor de él. Pero… ¿Qué opina de los lanzamientos de José? Aquí su respuesta:
“Estábamos en serio, estábamos jugando en serio. No teníamos radar, a veces cuando estábamos en la cuenta le metía un poco y llegaba rápido sí”.
Pero no todo es el béisbol para este par de estrellas de las Mayores. La familia es fundamental para ambos. Durante este tiempo han tenido la oportunidad de pasar más tiempo con sus hijos y se los están disfrutando en su totalidad.
“Hemos tenido la oportunidad de compartir con nuestros hijos más tiempo, no solo los hijos sino la familia entera, pero sí he hecho cosas que nunca había hecho con mi hijos. Por ejemplo correr bicicleta”, expresó Berríos.
El lanzador de los Twins tiene tres hijos pequeños, Valentina, Sebastián y Diego, quienes están en proceso de aprendizaje y crecimiento. También vimos cómo sus dos varoncitos se vistieron de receptor y lanzador para conformar la batería perfecta de la Familia Berríos.
¿Será que en un futuro veremos a otro Báez y Berríos en Grandes Ligas? Es muy pronto para poder afirmarlo, pero sería algo que los llenaría de mucho orgullo.
“Ver que ellos quieren seguir el camino de nosotros, jugar béisbol, es un orgullo. Ver que tus hijos quieren ser peloteros es algo que a nosotros nos llena de gran emoción”, mencionó José.
Veremos que le deparará el futuro a los retoños de este par de jóvenes estrellas. Algo es seguro, el talento lo llevan en la sangre. Quizás los papeles se inviertan y entonces veremos a José y a Javy apoyándolos desde las gradas.
Nos alegra ver que dentro de los momentos difíciles, “La MáKina” y “El Mago” se mantengan apoyándose uno al otro, entrenando juntos y pasándola en familia. ¡Familia es familia! Y entre estos dos, ya eso quedó comprobado y demostrado hace mucho tiempo.
Fuente: albat.com / 22 de mayo de 2020