Llevan su Arte a Espacio Emergente

Como parte del proyecto de residencias artísticas que la administración municipal de Bayamón inició en 2013 La edición 5/5 Artistas del Proyecto Casitas Artistas Residentes de Bayamón se expone en el Museo Espacio Emergente del complejo de museos de arte de este municipio, en la que advienen artistas plásticos con sus propias visiones pictóricas y escultóricas, proponiendo búsquedas plásticas de un mundo abstracto, natural y objetivo.

La muestra tiene el título de Ciclo de Exhibiciones individuales edición 5/5, Artistas del Proyecto Casitas Artistas Residentes, una iniciativa del alcalde bayamonés. La sala de exhibiciones de Espacio Emergente inauguró en 2015, pero las residencias artísticas han albergado una diversidad de artífices visuales ininterrumpidamente desde 2013.

Alana Iturralde, Richard Santiago (Tiago), Emanuel Torres Pérez, Jun Martínez y Ada del Pilar integran la nueva oferta del proyecto.

De múltiples persuasiones artísticas, muchas de las piezas de la nueva exhibición fueron realizadas in situ como la de Torres Pérez, quien trabaja el tema del mito abstracto.

“Estas pinturas de mediano y gran formato discuten el desarrollo de la abstracción desde mi óptica plástica, donde el cuerpo humano se convierte en dibujo, y desde ese punto en un juego de formas que componen las pinturas. Esta serie de obras, como todas las que he trabajado en los pasados dos años, constituyen un discurso sobre la búsqueda de lo abstracto que habita en el cuerpo humano”, declaró Torres Pérez.

Por su parte, Martínez basa su obra desde Puerto Rico y Europa mediante la observación y la interpretación del mundo natural, en un esfuerzo por crear empatía, solidaridad y conocimiento personal. En 2021 se unió al Proyecto Casitas Artistas Residentes.

Del Pilar se sumó a este cuerpo de trabajo este año, explorando esta la relación entre la memoria y la arquitectura. Esta aborda procesos que le permiten rematerializar las experiencias que se tienen en torno con lugares y objetos que testifican transformaciones políticas, socioeconómicas y domésticas del entorno edificado y cómo influyen sobre el público.

“Busco cómo estos conceptos nos moldean en el lugar que habitamos desde el arraigo físico y el que nos reside desde el recuerdo, como evidencias impregnadas en el habitáculo de nuestra historia. La base de mi investigación conceptual son referentes históricos, en los que reflexiono y cuestiono la formación de este ambiente. Busco esa semiótica que yace en la ornamentación de la arquitectura y cómo esto nos lleva a entender nuestra narrativa a través de decisiones escondidas en las fachadas, en las ubicaciones geopolíticas, en la intención del diseño y del espacio como catalítico de nuestra conducta colectiva y organización”, determinó la artista.

En cambio, la práctica de Iturralde, con una carrera que cubre Madrid, Londres y Brasil, surge de una relación entre la escultura y el desarrollo con diversos soportes y materiales. Estas para sí constituyen parte de un proceso íntimo, donde narra historias buscando crear un imaginario.

De otra parte, Tiago toma el imaginario de una casa como sujeto principal de su obra, origen de una identidad, ente de negociación de privilegios y plataforma para entender una posición en el tiempo y en el mundo. Estos elementos los tomó en consideración para generar narrativas con una finalidad específica: establecer un vínculo entre la realidad de un lugar y la imaginada, centrándose en asuntos concretos que determinan una remembranza. “Reflexiono sobre temas relacionados a la memoria y cómo se percibe este fenómeno, personificándolo como un archivo sobre la necesidad de contar historias concluyentes y cuestionar si las anécdotas ficcionalizan la historia, como sucedió con el huracán María”, analizó el artista.

Fuente: elvocero.com / 5 de abril de 2022